“A quien buen ovillo se arrima, buen tejido le cobija.”
Me encanta inventar refranes, me divierte mucho. Este en concreto lo he escrito pensando en el ovillo “perfecto o bueno”. A ver, está claro que hay calidades y calidades, por supuesto. No es lo mismo un ovillo de 100% lana merino que uno 100% acrílico premium por ejemplo, pero…¿realmente sólo hay que mirar la composición? Pues ya te adelanto yo que no.
El ovillo perfecto depende de muchas cosas, aquí unas cuantas:
- Depende de lo que vayas a tejer. No es lo mismo tejer para bebés que para adultos, por ejemplo. Así que si en ese momento estás pensando en tejer para peques lo mismo tendrás que ver el grosor de la lana y que sea antialérgica, por ejemplo, así que quizás, ese ovillo tan grandote y lleno de pelusa, que vale una pasta, no es el perfecto para ti.
- Depende de tu forma de tejer y de la tensión. Quizás hayas visto que esa calidad de ovillo queda con una caída espectacular y vas, lo compras, te pones a tejer y ni de lejos te queda igual. A ver, cada una tejemos diferente y lo mismo te hace falta otro numero de aguja o incluso otro ovillo.
- Depende de la terminación que estés buscando. Un poco relacionado con lo anterior es el efecto que quieres conseguir en tu tejido. Lo mismo estás tejiendo amigurumis, y resulta que quieres que tenga “pelito”, pues siento decirte que ese ovillo de algodón 100% orgánico, ecológico y que vale un riñón no te va a servir.
En resumen, no dejes de probar calidades nuevas para ti, porque lo mismo te sorprende el acabado, la textura y puedes encontrar nuevos materiales para tus proyectos tejeriles. Anímate y prueba. 😉